domingo, 9 de enero de 2011

Feliz no-navidad

Como un paréntesis que se cierra, la navidad se apaga en las calles, se desmonta de los escaparates, se disuelve en los números del calendario.

La rutina, que nunca se va del todo, vuelve, no siempre a la vez para todos; pero para todos regresa imperiosamente, sacudiéndonos la purpurina, quitándonos los adornos y llenándonos las agendas hasta dejarlas repletas.

Voy a robarle la idea a una amiga y a desearles a quienes nos visitan en estas páginas una FELIZ NO-NAVIDAD, porque los buenos deseos no deben estar encerrados entre paréntesis.

Empieza, sigue, este tiempo que nunca acabó. Lo que la navidad se lleve en su huida, que sea menos que lo que nos dio. Y mientras tanto, un poema...


MIENTRAS TANTO

Quizá las cosas
tengan que ser así de escasas,
quizá la felicidad
sólo pueda ser disfrutada
con cuentagotas,
quizá sea necesario no tenerse
para que el amor arda,
quizá no haya veneno que mate
más despacio que la rutina.

Y el tiempo mientras tanto,
eso es la vida.

Quizá las cosas se rebelen,
la felicidad se me atragante,
el amor se convierta en ceniza
y el veneno me deje indemne,

pero el tiempo mientras tanto,
eso es la vida.

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